En tus manos entrego mis amores
para ser por tu alma cultivados;
es placer el guardar tus bellas flores
y dejar tus espacios bien regados.
En tus campos sembrados de ilusiones
he buscado el placer de una sonrisa;
me has dejado pendiente de pasiones
y sin ver la belleza de tu brisa.
Te deseo de manera descarada
y es pregón que en los vientos se proclama,
con tan solo detectar una mirada.
Cuando vengas a tu huerto desearía
que vinieses de placeres preparada
que de amores esta cita esta acordada.
Emilio.
23 Septiembre 2010.
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